jueves, 30 de abril de 2009

Génesis o Solución

Soy humilde servidor del todopoderoso dios Atel.


Me llaman Lena, me muestro mujer, a veces hombre. Pero no tengo sexo.
No hay nada entre mis piernas, no hay nada en mi pecho.
Mi dios me creó y me envió. Agujereé mi panza, y creé mi ombligo, para que el necio hermano humano que me envuelve no me rechazara.
No como, no duermo, solo sirvo a mi señor.

Obré mal y me olvidó, y tuve que arrastrarme entre los pies de la vil humanidad.
Pero ahora mi amo ha puesto su mirada en mí de nuevo.
Ahora él vuelve a hablarme, y me transmite su infinita sabiduría.
Y yo debo mostrar su mensaje al mundo.
Esto me transmitió el todopoderoso dios Atel:

"Existía en un principio el segundo universo. Estaba poblado por seres egoístas que no respetaban la paz de los muertos.
Descubrieron cómo no perecer, y llenaron su mundo de seres nuevos. Ellos, en su arrogancia, creyéndose dioses, crearon vida que ,como ahora ellos, nunca cesaba su existencia.
Esos seres arrogantes viieron como perdian el control sobre sus creaciones, y tomando parte del nucleo del mundo, formaron su más perfecta criatura, aquélla que traeria el control sobre el caos que reinaba.
Así nació el todoopoderoso y sabio Atel.
Los arrogantes creadores, con sus almas viejas y podridas, rogaron a Atel que diera una solución al holocausto que invadía el mundo.

Así dijo él:
"Yo traeré la paz eterna a este mundo corrupto, yo sanaré este universo enfermo, dándole un fin."

Los creadores no comprendieron, y temieron haber errado creando al gran sabio.

Pero no pudieron evitar la salvación.

Atel trajo el frío a su infierno, la paz y el silencio a su horrible mundo.
Así trajo él la muerte.

Uno a no,de diez en diez, de cien en cien, de mil en mil, encontraron la paz eterna los que no la merecian.

Así el mundo quedó vacío, y vio Atel que eso era malo.

"¿A quién llevaré yo la paz, si ya no queda nadie para aceptarla?"

Pensó Atel, jóven y confuso, en darse a su mismo el fin.

Así lo intentó, destruyendo el universo a su alrededor para perderse en la paz de la nada.

Pero quedó solamente él, y comprendió que sus creadores, en su ansias de grandeza, le crearon eterno, igual de eterno que la oscuridad, reinante a su alrededor.

Así terminó el segundo mundo su existencia.

Pensando en como poder seguir llevando la luz, encontró Atel, nadando en la infinidad, el mundo tercero, lleno de criaturas necias y sucias. 
Esas criaturas llamadas humanos procreaban sin control, inundando su maravilloso universo, más pequeño que el segundo y más verde que el primero.

Vio Atel que eso era malo, pues el mundo pronto sucumbiria al peso de tantas almas.
Decidió él ayudarlos, con extrema bondad, llevando a los débiles y a los antiguos la paz eterna.

Creyeron los humanos que era él malo, y crearon al Malvado. 

Crearon al señor de la luz,  Yenah tambien llamado Yöveh.
Yenah burlaba a la muerte, desafiaba a Atel, resucitando a aquellos que habian recibido el poderoso regalo de la paz eterna.

Cansóse Atel  de tan pueril juego y arrebató a Yenah el control sobre unos bellos seres, que él, intentando imitar a los arrogantes seres del segundo mundo, creó inmortales.

Algunos de esos seres, llamados "mensajeros", vieron la verdad y consiguieron burlar el tiránico control de Yenah pasando a ser, por devoto agradecimiento, servidores incondicionales de Atel.

Yenah furioso, desterró por la fuerza a Atel al único lugar en el que él no podria molestarle:
El valle de Darca.

Se guardó él en las montañas del valle, dejando en el centro de éste a sus herederos, sus descendientes humanos, para que perpetuaran su mensaje y su Solución.

Así nació Phoska, la ciudad donde los hijos de Atel vivirían por siempre legítimamente.


Pero Yenah, aún furioso arrebató en un último ataque, el cuerpo a Atel, destruyendo por siempre.

Así los phoskenses guardaron, guardan y guardaran luto

POR SIEMPRE JAMÁS."


Expandid el mensaje en vuestras mentes. 

No creais en dioses si no podeis, pero creed en el mensaje.

Porque Atel lleva paz a todo ser.
Todo humano, sea rico o pobre, negro o blanco, sea quien sea el objeto de su deseo carnal, sea quien sea el dios al que reza; 
a todos les lleva Atel la paz Eterna, a Todos les lleva

LA SOLUCIóN.